salmo 4 No hay más de un misterio
le ofrezcan sus dones; quienes traman mi derrota;A veces pedimos poco que no merecemos o que no nos conviene espiritualmente. A veces el solo hecho de que no obtengamos una respuesta quiere sostener que la respuesta es «no».El salmo 121 lo iban cantando los peregrinos camino a Jerusalén para celebrar las Fiestas de las Pascuas, de Pentecostés